Necesito ayuda

Un embarazo no siempre significa únicamente felicidad y alegría. Lo comprendemos. También puede provocar miedo y angustia si no ha sido planificado y no se desea, y cuando nadie debe enterarse.

Llámenos, la escucharemos y la ayudaremos inmediatamente de forma competente. Compartimos su preocupación. Trataremos su llamada de forma confidencial y anónima. Puede disponer gratuitamente de nuestro asesoramiento profesional a cargo de expertos en áreas sociales, legales y médicas.

En situaciones de emergencia y problemas con el embarazo, también puede ponerse en contacto con nosotros fuera del horario laboral así como durante fines de semana y festivos.

El asesoramiento puede realizarse por teléfono 0800 811 100 (gratuito), correo electrónico helpline(at)shmk.ch o personalmente in situ (dirección de contacto).

Ofrecimiento de ayuda

  • Asesoramiento y asistencia durante el embarazo y también tras el parto
  • Apoyo material y financiero una vez valorado el caso
  • Facilitación de direcciones y posibilidades de ayuda in situ
  • Aclaración de prestaciones sociales, ayuda en la elaboración del presupuesto
  • Colaboración con otros centros de ayuda
  • Asesoramiento legal gratuito sobre la maternidad (trabajo, derecho del niño, paternidad, alimentación, etc.)

Historias reales recogidas en la central de llamadas de emergencia de la Ayuda Suiza para Madres e Hijos (SHMK)

Ayuda también tras el parto

La señora V. es una campesina de la parte oeste de Suiza, casada y madre de dos niños. Desde hace tiempo padece una enfermedad muscular que le dificulta trabajar. A pesar de ello, sueña con tener una gran familia, especialmente ahora que ha podido hacerse cargo de una granja con su marido. La sortuna le sonríe cuando se registra un tercer hijo... Pero en los controles médicos rutinarios, recibe, como en el parte meteorológico que amenaza un temporal, la noticia de que el embarazo y el parto podrían empeorar su enfermedad La señora V. no hace caso de este mal agüero.

Espera su hijo con toda la alegría de su corazón. Pasan los meses y llega el feliz alumbramiento de un niño sano. Poco después de que la señora V. haya pasado el postparto, se produce, como se había pronosticado, un claro empeoramiento de su enfermedad. La campesina pierde ahora su capacidad de trabajo por completo, y la familia V. se enfrenta a otros reveses de la fortuna: el seguro médico informa de que los gastos médicos no están cubiertos. En el establo mueren de forma repentina e inexplicable numerosos terneros, y la persona con la que el señor V. deseaba generar un ingreso extraordinario sufre un trágico accidente de tráfico que le cuesta la vida. El ingreso extraordinario se esfuma y las deudas agrarias de la granja ejercen mayor presión. 

Ahora la señora V. está totalmente desconcertada. Se pone en contacto con la central de llamadas de emergencia de SHMK. Al conversar con la asesora, la señora V. solicita apoyo financiero. La asesora escucha atentamente y constata que la señora V. se ha esforzado al máximo por su hijo y, como consecuencia, está en una situación de emergencia. ¡Merece la ayuda de SHMK!

La familia recibe un sustento mensual tal como se le ha prometido. Además, la asesora sabe como ayudarla adicionalmente: la asesora de forma profesional en todos los asuntos sociales y contacta para ella con otros mecanismos de ayuda disponibles en Suiza. Logra de forma proverbial distribuir las cargas de esta buena madre en varios hombros:
dos famosos mecanismos de ayuda suizos pueden conseguir participar del mismo modo que SHMK en la ayuda. ¡Y, con ello, ya se ha triplicado el apoyo a la familia V.! Extremadamente conmovida por la ayuda recibida, la señora V. se siente feliz no solo por el niño, sino también porque en Suiza haya tantas personas buenas y dispuestas a ayudar.

 


Embarazo con peligro de muerte

Una joven se pone en contacto con la Ayuda Suiza para Madres e Hijos a través del teléfono gratuito: "Mi hermana M. tiene 17 años y está embarazada de 21 semanas. Nuestro padre no puede enterarse de ningún modo del embarazo. Vive según las costumbres tradicionales de una sociedad, cuyo código de honor estipula que debería matar a su hija embarazada para 'restaurar el honor perdido de la familia'". Debido a su padre, M. considera que en este momento la única posibilidad es una adopción y solicita urgentemente la ayuda de SHMK.

La asesora alienta a la joven que llama y le asegura: "¡Asistiremos a M. en las dificultades que se presenten!" Para que M. pueda pasar el resto del embarazo y el parto sin un acuciante peligro para su vida, se organiza para ella una estancia para el aprendizaje de idiomas en otro cantón.

Además, SHMK tramita un servicio de asistencia jurídica dado que, en esta enredada situación, conviene proteger a la madre menor de edad y al bebé.

Finalmente, llega el momento: el pequeño E. llega al mundo. ¡El tierno recién nacido conmueve tanto los sentimientos de su madre que no es capaz de dar a E. en adopción! Una prima que está al corriente de su secreto va a hacerse cargo del cuidado del bebé hasta que M. finalice sus estudios y pueda mantenerse por sí misma. SHMK regala a M. un carrito y otros utensilios para el bebé. Además, le concede una aportación mensual para los gastos del bebé.

 


"Es un milagro", dice desde el corazón.

Christine (30) es la madre de una niña de un año. Ahora está embarazada de nuevo. El padre no desea el niño de ningún modo. Dentro de diez días, tiene una cita con el ginecólogo. "Ayer, cuando estaba por la calle", escribe a SHMK, "vinieron dos mujeres de la iglesia y me entregaron un folleto con imágenes sobre el desarrollo de bebés antes del nacimiento. Esto fue para mí un signo de que debía conservarlo. Sin embargo, mi novio quiere que aborte, incluso me amenaza".

La asesora de la central de llamadas de emergencia sabe que ahora solo cuenta una cosa: ayudar para que el niño pueda vivir. Se produce un intenso intercambio de correos electrónicos. La asesora le envía a Christine la mañana antes de la cita con el médico el siguiente poema:

Es un milagro, dice el corazón.
Es una gran responsabilidad, dice la razón.
Es una gran preocupación, dice el miedo.
Es un regalo de Dios, dice la fe.

Es un reto enorme, dice la experiencia.
Es la mayor fortuna, dice el amor.

El día después de la cita con el médico la asesora recibe un correo electrónico: "Cuando mi novio llegó del trabajo, lo primero que dijo fue '¿lo has hecho?'. Le dije que no; estaba enfadado y me espetó: '¿a qué esperas? ¡concierta una cita mañana!'" Christine tiene miedo, pero con el apoyo de la asesora puede soportar la presión. Cinco meses después el mensaje es el siguiente: «He dado a luz a mi hija Caroline, las dos estamos bien … y felices». La asesora le envía a Christine un regalo por el nacimiento. Además, recibe apoyo financiero de SHMK y la garantía de seguir recibiendo ayuda mientras la necesite.